A partir del análisis de 59 encuestas obtenidas del grupo privado de Facebook “la vida después de una interrupción del embarazo”, realizadas a mujeres que han tenido que realizar una IVE por cuestiones médicas, he podido extraer las siguientes conclusiones:
- El tabú es un factor de riesgo que favorece el duelo patológico.
- Las semanas de gestación no tienen relevancia en el sufrimiento que produce realizar una interrupción voluntaria del embarazo. Las mujeres que han tenido que realizar una interrupción en el primer trimestre también se encuentran en duelo y se debe considerar su pérdida como tal.
- Hablar abiertamente de lo que ha sucedido y del bebé ayudan a elaborar un duelo sano.
- Los rituales entorno al recuerdo del bebé fallecido ayudan a elaborar un duelo saludable.
- Preservar la lactancia en una IVE, en algunas mujeres, puede ser gratificante por lo que se debe dar la opción.
- Los juicios fomentan un duelo patológico y el estigma lo perpetua.
- La mayoría de mujeres no han sido debidamente informadas de cómo se llevará a cabo la interrupción del embarazo independientemente de las semanas de gestación.
- Se necesita tiempo para tomar la decisión, por lo que en el momento que se tiene un diagnóstico no puede haber ningún tipo de presión para realizar la interrupción.
- Culpa, rabia y tristeza son las principales emociones que acompañan a una IVE.
- Las mujeres que han pasado por una IVE necesitan grupos concretos de duelo para expresar con libertad sus emociones. En los grupos de duelo tradicionales no siempre las mujeres se sienten comprendidas e identificadas.
- Una IVE afecta directamente a la autoestima de la mujer y a la percepción de su cuerpo (¿por qué no he podido crear un bebé sano?).
- Muchas mujeres que han realizado una IVE no se sienten autorizadas a despedirse de su bebé en el momento del parto, ni a hacerle fotos debido a la dura decisión que han tenido que tomar. Por ello, es primordial un buen acompañamiento psicológico antes, durante y después del parto.
- Sentir que nuestro bebé ha muerto sin sufrimiento y acompañado de sus padres ayuda a elaborar un duelo sano. Por lo que es vital tener un espacio donde los padres puedan despedirse de su hijo sin prisas y sin interferencias.
- Las interrupciones voluntarias debido a causas médicas deben poder hacerse en hospitales públicos, para asegurar que todo el procedimiento se haga en unas condiciones dignas tanto para la madre como para el bebé. No olvidemos que estas interrupciones se suelen realizar cuando el embarazo ya se encuentra muy avanzado, por lo que es un atentado contra la salud de las mujeres que estas no cuenten con una atención de calidad en el momento más vulnerable de sus vidas.
- Es primordial que en el momento del nacimiento del bebé se puedan crear recuerdos tangibles de él, como fotos, la marca de sus huellas de pies y manos, un trocito de pelo… Todos estos recuerdos ayudaran a elaborar un duelo saludable, porque tendremos objetos físicos que nos ayudaran despedirnos de nuestro bebé.
Estas conclusiones nos muestran la dureza de este proceso y la vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres que tienen que pasar por él. Por ello es necesario que la sociedad y sobretodo los profesionales que atienden de primera mano a estas mujeres, sean sensibles a la situación y pongan los medios para que esta dura experiencia sea acompañada de la mejor manera posible. Como muestran las encuestas y los testimonios de las mujeres que han tenido que realizar una IVE por cuestiones médicas, si el trato en el momento de dar la noticia y durante el parto es el adecuado, el inicio del duelo es mucho más saludable que si por el contrario, añadimos además violencia obstétrica.