La resiliencia en el duelo perinatal
Increibles palabras de una valiente mamá sobre la elaboración de su duelo y que le ha ayudado a sanarlo.
Increibles palabras de una valiente mamá sobre la elaboración de su duelo y que le ha ayudado a sanarlo.
La ambivalencia de perder a un bebé y tener que afrontar la crianza del otro. Duelo gestacional por la pérdida de un gemelo o mellizo y la crianza del otro.
La pérdida gestacional es una experiencia muy dolorosa independientemente de la semana de gestación en la que se produzca, pero sentir que nadie te comprende, genera muchísimo más dolor a todo lo vivido.
Homenaje a los bebés que se fueron demasiado pronto en un día tan especial como es el día 15 de octubre, día internacional del duelo gestacional y neonatal.
Al llegar al hospital nos explican que a falta de una prueba que me harían al día siguiente el bebé venía con una enfermedad incompatible con la vida y que teníamos que plantearnos la interrupción del embarazo.
La muerte gestacional o perinatal es tabú hoy en día. Es una muerte de la que no se habla y es un duelo que no está permitido socialmente. Cuando fallece un familiar todo el mundo sabe que decir, cómo comportarse, entiende que estes triste, que llores, que no tengas ganas de hacer nada… Este duelo es muy distinto.
Las pérdidas gestacionales que se producen en el primer trimestre provocan mucho dolor en la mujer que las sufre, pero este sufrimiento se ve incrementado muchas veces por el acompañamiento que reciben de los profesionales sanitarios, porque en ocasiones minimizan su pérdida y cuando lo han de explicar a su entorno más próximo sucede lo mismo.
La frase más devastadora que escucharemos jamás es: “no hay latido” refiriéndose a nuestro bebé. No sólo perdemos a un hijo/a, sino que todo lo que proyectábamos en un futuro se desvanece, nuestros sueños quedan rotos en mil pedazos.
La protagonista de nuestra historia es una valiente mamá que ha tenido la generosidad de compartir su vivencia con nosotras, concretamente el parto de su preciosa hija, la cual detectaron una enfermedad muy grave en la semana 22 de gestación.
Verónica ha tenido la fortaleza y la valentía de compartir su historia, para que todo el mundo pueda comprender el dolor infinito que se siente cuando debes decidir sobre la vida de tu bebé.